EL "PRESUNTO" Y DON MARCOS

Don Marcos nos alegra la vida. Sus "golpes" en los Plenos son para escribir una antología. Éste que les relato, del último Pleno, es magnífico.
Durante una intervención, D. José Luis manifestó la sospecha de que determinada obra, beneficiosa para ciertos vecinos y prometida por el Ayuntamiento, no se había hecho porque uno de los vecinos afectados era socialista. Desde luego, nada que me sorprendiera por inusual, pero, como siempre, me sentí en la obligación de advertir al grupo de gobierno de la grave responsabilidad en que incurrían con estas palabras:
"Si eso es cierto, si la razón es la que dice don José Luis, el alcalde ha incurrido en un presunto delito de prevaricación".
Don Marcos siempre toma notas (o hace que las toma) de mis intervenciones. Pero en esta ocasión levantó la mirada y, con suficiencia, la cruzó con Don Félix, y le comentó en alto, desde la cabecera de la mesa, arqueando las cejas astutamente, como si estuviera a punto de hacerme polvo por mi imprudencia: "¡Ha dicho presunto!".
Yo, en aquel momento, pensé que don Marcos había tenido un "lapsus linguae", y que lo que quería decir era que yo había dicho algo grave, y a punto estuve de decirle que lo grave no era la palabra presunto, sino prevaricación, acompañada de su definición. Menos mal que me contuve y no me lancé. Porque después de reflexionar más pausadamente me dí cuenta de que don Marcos no se refería a la frase en el contexto en que yo la dije. Don Marcos no suele confundir términos ni tiene "lapsus linguae". Do Marcos habla con una precisión magnífica. En realidad, lo que ocurría era que ya era la hora de comer, y don Marcos quería ilustrarnos sobre sus preferencias gastronómicas (además de los rosquetes, el jamón serrano), y sobre su conocimiento del portugués (presunto=jamón serrano en portugués). Pero el hombre, de natural comedido y discreto, optó por hacerlo de esta manera.
Ya sabemos, pues, más cosas de don Marcos: sabe portugués, y además de los rosquetes, le gusta el jamón serrano....