domingo, 13 de julio de 2008

ODIOS

Un vecino me advirtió ayer sobre la percepción que se tenía del arsenal de odios que albergan determinadas personas de AIS-CC hacia mí, manifestado en diversas situaciones, conversaciones, oportunidades. Me decía este señor que había mucha gente en el pueblo que estaba preocupada por mí. Se lo agradecí, y la conversación con él, y sobre todo, el tranquilizar a los que bien me quieren y están preocupados, motiva esta entradilla. Ya yo lo sabía. El odio es la tendencia a aprovechar todas las ocasiones para perjudicar a los demás. Para tranquilidad de los que se preocupan, y desde luego, para advertencia a los que me odian, tengo que decir, parafraseando a Nietzsche que no se odia mientras se menosprecia, sólo se odia a quienes consideramos superiores. Y también decía Rochefoucault que cuando nuestro odio es demasiado profundo, el sentimiento nos coloca por debajo de aquellos a quienes odiamos.

Así que ahí hay dos sentimientos nocivos combinados: el odio y la envidia.

Me gustaría decir que esos dos sentimientos negativos son de los que he presumido no haber tenido jamás: el odio y la envidia. No recuerdo haber envidiado a nadie. Pero odiar, confieso que lo hice, o algo parecido a odiar, porque duró muy poco tiempo, con motivo de una circunstancia personal adversa que me ocurrió hace muy pocos años. En aquel momento, más que el fraude o el engaño, sentía odio, y el odio se retroalimentaba en sí mismo, porque una de las cosas que no perdonaba era precisamente, el que me hubieran obligado a descubrir un sentimiento tan pernicioso como el odio. Porque siempre he pensado que los educadores no podemos odiar, porque sólo puede ser educador aquél que cree en la perfectibilidad humana, por lo que, como todo es mejorable, las personas que tienen conductas "odiables" son susceptibles de reconsiderarlas y cambiar. Así que no podemos odiar a las personas, sino las conductas. Decía Concepción Arenal, la famosa gran mujer y política de la República: "Odia al delito, y compadece al delincuente". Por eso, y aplicándolo a la situación de odio que el vecino me describió, rechazo el sentimiento descrito por él, pero compadezco a aquellos adversarios políticos míos, o de los socialistas, que lo sienten.

Decía Hermannn Hesse que cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros. Espero que cuando esas personas descubran esa similitud, se reconcilien y dejen de odiarla. Reconocer que esto es así es un acto de valentía y un paso adelante para desprenderse de ese maligno sentimiento. Valentía a la que aludía Bernard Shaw cuando decía que el odio esla venganza de un cobarde intimidado. Es decir, que el odio sólo se erradica, tal y como yo sostengo, con valentía. Pero para ser valiente, para erradicar ese terrible sentimietno hay que se grande. De espíritu y de corazón. Víctor Hugo decía, también sobre el odio, que cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.

Así que, señores odiadores, abran la mente y el corazón y, sobre todo, no le inoculen este bajísimo sentimiento a las nuevas generaciones, para que les dejen desarrollarse y crecer. Porque, al igual que Luther King, el liberador de los oprimidos, pensamos que nada envilece más a un hombre que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien. Así que, apliquémonos el cuento y veamos a estas personas como lo que son, personas enfermas a las que hay que desear, por su bien, que se curen de esa perniciosa enfermedad que no deja progresar a nadie y que hunde a las personas en las simas más insondables de lo oscuro.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy es la procesion en Las Aguas en honor a San Pedro y La Cruz y yo voy a estar observando a todos los movimientos que se hagan cerca de Fidela, por si otra vez se les ocurre empujarla.

Siempre atento al movimiento. saludos fidela y a toda la agrupacion del PSOE

Anónimo dijo...

Estimada Fidela: ten mucho cuidado. Se comenta en el pueblo que las personas que están actuando en tu contra se dedican a la magia negra. Han sido vistas intentando actuar contra quien odian. Aunque no creas, debías tener cuidado. Muchos te queremos y estamos preocupados por tí. No les des el placer de desfallecer. Hasta la victoria final, que queremos celebrar contigo.

Anónimo dijo...

A esas lo que les hace falta, es un buen psicólogo negro y que les introduzca hasta lo más hondo, de sus malos pensamientos, las mejores tesis de la nueva asignatura, educación para la ciudadanía. De esta forma aprenderán a controlar, el chacra sintiéndose así plenamente satisfechas.

Anónimo dijo...

¿Alguién sabe que les pasó hace unos días atrás a las empujadoras en Las Aguas que yo pasé con mi coche por allí, y las tenía paradas con el maletero de su coche abierto la Guardia Civíl?. ¡Uff qué fuerte!

Anónimo dijo...

Yo no sé que les pasó pero eso les ocurre por ser niñas malas, la magia negra se les está virando para ellas, déjense de hacer esas cosas que satanás se lo cobra todo.

Anónimo dijo...

Joder y si son brujas ¿por qué no hacen nada para arreglarse la cara?

Anónimo dijo...

que estaban tirando cabezas de no se qué al mar. Debe ser que por su casa no pasa la basura.

Anónimo dijo...

Tanto el odio. como la envidia, como los celos son sentimientos mediocres que han ido siempre paralelos al ser humano.Lo único que engrande al ser humano, cuando sentro de su alma ve aparecer tales sentimientos,es tener la gran capacidad de trabajarse y trabajarse para eliminar estos sentimientos negativos de su persona. Cuando el ser humano no se trabaja a sí mismo, cuando no se ennoble, cuando se cree perfecto, cuando en definitiva se cree en un Dios; entonces ahí está la pérdida de su valor como persona. Tanto podería albergado dentro de sí mismo no le da cabida para otro tipo de virtudes más limpias y más nobles.
En esta línea, muchos son los políticos que haciendo caso omiso a su condición de humanos, se van creyendo poderosos hasta pretender guiar la vida de sus congéneres. La lástima es que en su propia vida hay siempre lagunas que no atienden.
El odio y la envidia deben ser dos de los sentimientos más terribles para el que los padece. Y los padece porque,al igual que Doña Fidela dijo, son una enfermedad. La lástima es que de momento, el único sitio donde se cura estos malignos sentimientos, es en el propio interior de la persona, y eso está muy profundo como para que este tipo de personas quieran y deeen llegar.Antes deben tropezarse casi al inicio del este camino con la humildad. Y a esta Señora muchos gobernantes ni la han visto pasar.
Por el bien del pueblo, espero que se curen.

Anónimo dijo...

Yo lo que no entiendo es cómo se puede tener odio a una persona a la cual no conoces o has cruzado con ella dos frases. Porque dos de ellas, las gemelas de Las Rosas nunca han hablado con Doña Fidela y la otra de la Vera habrá cruzado dos frases, perdón por ser repetitiva, con Doña Fidela, es por ello que no entiendo nada. Los vecinos de Las Rosas comentan qué cómo es posible de dos niñas que eran muy falderas con su madre, que nunca se les conoció ninguna amiga, con muy buenas notas, se les mete la señora de La Vera por su casa y las cambia igual que si viras un calcetín al revés. Queridas empujadoras de Las Rosas ustedes a partes de estar enfermas de odio y envidia no tienen ninguna personalidad, mi abuela decía siempre arrimate al árbol que te dé buena sombra o más vale sola que mal acompañada usatedes elijan el refrán que más les guste cualquiera de los dos les vale.

Anónimo dijo...

¡Oigan! ¿qué hacen estas tres empujadoras todas las tarde en el centro de ocio e información de la junventud de San Juan?¿no les da vergüenza ocupar los ordenadores destinados a los chic@s tres mujeres que dos de ellas tienen 35 años y la otra 42? La edad hasta la cual estás considerad@ jóven es los 31 años y a ustedes si las matemáticas no engañan les sobra edad, claro la muchachita y novia del seudoperiodista que trabaja en ese centro es su íntima amiga y por eso le quitan los ordenadores a los jóvenes para utilizarlo ellas, quien sabe si buscando en Internet alguna receta de magia negra o chateando en busca de un buen partido. ¡tengan vergüenza!.

Anónimo dijo...

Coño! que yo no sabía quienes eran las chicas esas, hasta que este domingo las ví en la procesión de Las Aguas...¡joder que susto! pero si son más feas que pegarle a un padre, tan feas que de pequeñas le tenían que colgar una ristra chorizos al cuello para que jugaran con ellas, tan feas que cuando nacieron el doctor las tiró al aire y dijo: "si vuela es murciélago", y luego las tiró en el agua y dijo: "si nada, es cocodrilo". tan feas, que cuando nacíeron no lloraron yo ¡lloró el doctor! Tan feas que el doctor fue a la sala de espera y le dijo al padre "Hicimos lo que pudimos... pero nacieron vivas". tan feas que el doctor no sabía si quedarse con ellas o con la placenta. Tan feas que la madre nunca le dio pecho, le daba la espalda. Tan feas que cuando eran niñas, por las noches, el "angelito de la guarda" dormía en la habitación de al lado.Tan feas que cuando jugaban al escondite nadie las buscaba. Tan feas que fueron a la casa del miedo en la feria y volvieron con una oferta de empleo. tan feas que, ahora que ligan por internet, conocieron a un chico en un chat que les dió su dirección y les dijo:
"Vengan a mi casa que no hay nadie"
Cuando llegaron....efectivamente no había nadie. tan feas, pero tan feas, que cuando mandaron la foto por e-mail, para que el chico del chat las conocieran, el antivirus la detectó.

¡Hala ya me he quedao a gustito!