miércoles, 30 de abril de 2008

CUANDO VENÍAN LAS FIESTAS...

Como siempre, cuando yo no lo puedo decir mejor, comparto algún comentario que me llega con ustedes... Gracias a este señor mayor, anónimo comunicante, por su sensibilidad...


Cuando venían las fiestas todo era alegría y festividad. Se compraban los trajes nuevos, los zapatos para asistir a los actos lo mejor que se podía. Era la única oportunidad que teníamos de asistir a actos culturales en aquellos años. La situación económica no daba para más y una vez salidos de una guerra civil, lo que importaba era comer y sacar adelante a la "prole". La cultura se entendía que era un lujo y de ricos.

Hoy, gracias a los muchos cambios acontecidos en nuestro país, a nivel local, a nivel social, y a nivel europeo, las cosas han progresado. Hay mayor esperanza de vida, lo que implica mejores servicios de atención médica y sanitaria. Existe una mayor variedad de alimentos al alcance de todos y todas, o casi. El vestido y el calzado están al alcance de la mano de cualquier ciudadano y ya no hace falta ir a La Orotava a comprar telas o al Realejo a hacerse un traje. La educación ha llegado a todos y está en todos los rincones. No hay nadie que se permita el lujo de estar sin escolarizar, so pena de pasar a los servicios sociales de cualquier municipio que se prestigie de atender a sus ciudadanos. La vivienda es quizá uno de los mayores problemas dado que nuestro territorio es escaso y la población ha aumentado demasiado en los últimos diez años. Aún así, veo que hay posibilidades de encauzar esta situación (siempre que las promesas no se queden en mentiras).

En fin, que el quiera ver un panorama puede verlo.

Sin embargo, falta algo para el progreso del ser humano. Falta LA CULTURA. Y la cultura debe ir apareada con la educación. La educación, que es obligatoria en nuestros centros educativos, no termina en la puerta de salida de nuestros centros. Los niños y los no tan niños, aprenden por imitación. Siempre recordaré a mi hijo que con sólo dos años de edad, al irse a dormir, cogía una revista al igual que lo hacía yo para leer. Eso sí, la revista que sostenía entre sus manos estaba al revés, pero él ya iniciaba su compromiso de imitación desde el momento que lo estaba viendo en su madre.

El entusiasmo por la belleza de una pieza tocada por una banda también debe ser comunicado. No todos los oídos nacen con los acordes aprendidos. O bien la intencionalidad para saber apreciar una buena danza o baile. Incluso el intento de saber escuchar atentamente una buena obra de teatro sin caer en la somnolencia. Todo esto es educable y se perpetúa con la práctica. Cuánta mayor práctica, más ganas, y así vamos abriendo nuestros sentidos a lo CULTURAL.

Lamentablemente, muchos son los políticos que no han visto a la cultura "rentable". Así de claro, no da ni dinero, ni sirve para agenciar nada. Me recuerda a uno que tenía un pequeño huerto y no plantaba flores porque no servían para comer... Pues con la cultura pasa lo mismo, el espíritu ha de estar abierto a recibir del otro sus ofrendas y nosotros con gratitud llenaremos nuestros sentidos de lindas flores que abastecerán nuestra alma.

Ya soy viejo, nunca pude ir al ensayo con la banda de mi pueblo. Pero siempre estaba presto para oír sus conciertos en la plaza cada vez que podía. Ahora, y más globalizadas, las bandas salen a sus encuentros, a sus viajes etc. Eso hace más rico el repertorio, la calidad y el encuentro.

Si nuestros gobernantes no han querido regar este jardín, queda a las claras su actitud con respecto a la CULTURA. "Donde no hay no se puede sacar".

Mis felicitaciones a estos antiguos componentes que siguen al pié del cañón demostrando que para la música ni para la cultura no hay edad. Y yo no me quedaré con mi pena de algún día tocar algún instrumento musical ya que en su momento no pudo ser.

Felicidades a las dos bandas de San Juan de la Rambla, que están dejando a su pueblo en un escalón bien alto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bonita carta y cuánta razón tiene. Gracias por aportarla a este blog para que los demás podamos leerla y aprender.