miércoles, 12 de marzo de 2008

LA CONSTITUCIÓN, LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y LA CONDUCTA FASCISTA DE CC-AIS

La Constitución es la Ley de Leyes, la Carta Magna, la norma suprema que nos otorgamos los españoles el 6 de diciembre de 1978 y que nos ha llevado por la más larga etapa constitucional que este país ha tenido a lo largo de su historia. Esto, que es una obviedad, que ya parece que no vale la pena recordarlo porque todos los españoles y todas las españolas somos conscientes de este hecho, en algunas zonas del país como San Juan de la Rambla no lo es tanto, y hay que recordarlo continuamente, no a los vecinos y vecinas, sino a quien debería garantizar (así lo juran o prometen en su toma de posesión)que la norma fundamental se cumpla: al alcalde y al grupo de gobierno. Para este malísimo grupo de gobierno, la Constitución es un libro sobre el que se jura el día de la toma de posesión, según palabras que se leen de un papel que el funcionario de turno les prepara y nada más. En realidad, para ellos, es una especie de estorbo del que se acuerdan sólo cuando una persona alude a ella para reivindicar sus derechos. Si la persona no sabe, o no se atreve, a apelar a los derechos fundamentales garnatizados por la Constitución, ellos la ignoran, se la saltan a sus anchas, campan por sus respetos y hacen lo que les viene en gana, intentando machacar de la forma más artera, irrespetuosa y malvada a todo el que no está de acuerdo con ellos. Los socialistas sabemos mucho de esta conducta, y sobre todo la que suscribe. Atrás quedó el vergonzoso hecho ocurrido en este municipio en el año 1999, en que solicité mi empadronamiento, y me fue denegado. Tuve que recurrir a los tribunales, que como es obvio, se escandalizaron y dictaron la orden de empadronamiento al ayuntamiento por derechos fundamentales, antes de dictar sentencia, que por supuesto, obligó al Ayuntamiento a empadronarme. Y digo que quedó lejos, porque en los anteriores comicios locales, el grupo de CC-AIS se trajo a un buen número de personas afines, y los empadronó en distintos domicilios, falseando el censo de manera torticera a su favor. Es decir, pretenden construir un pueblo de habitantes afines, sumando a personas "suyas" y expulsando a personas "ajenas" ¡qué fuerte! De ahí a la selección de la población de los nazis, quitando de en medio a todo lo que no era la raza aria, no hay sino un paso.
Otra forma de conculcar los derechos fundamentales es pretender identificarse con la Institución. El ayuntamiento somos todos. Ellos, representando un porcentaje de población, y la oposición representando otro porcentaje. Por eso, es tan grave el contenido de la famosa cartita del alcalde (que sólo he comentado a medias, porque me da dolor de estómago cada vez que la leo, aunque debo intentar terminar de comentarla) pidiendo el voto para Melchior y Oramas, arrogándose la posesión del pueblo y de la institución. Vuelta al comportamiento similar al de los nazis, cuando reclamaban Alemania para la raza aria, y se cargaban a todos los que no lo eran.
Nazi es también la conducta reiterada en procesos electorales, de machacar a las otras fuerzas políticas (y entre elecciones insultando o pagando para que nos insulten en los medios de comunicación), mediante conductas coactivas, amenazantes y violentas, por las que ha habido que presentar denuncias en el juzgado, que están "subjudice".
Por último, el pulso de fuerza que sostiene con la oposición el grupo de gobierno, negando el derecho fundamental a la participación política, transformando plenos ordinarios en extraordinarios, negando el derecho al debate (ha motivado impuganar el último pleno), negando la participación de los grupos políticos (no se ha declarado la vacante de la llorada ausencia de nuestro compañero Goyo), reduciendo arbitrariamente la preceptiva proporcionalidad en la composición de los órganos, no cumpliendo las normas legales de toma de decisiones de los órganos....
Qué pena para ellos que no estemos en un período de dictadura, y qué gran pena para el municipio tener gobernantes tan malos, tan malos, que su conducta raya el nazismo y el fascismo, cosa que creíamos erradicada a estas alturas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando Manuel Reyes mira a San Juan de la Rambla, ve su finca. Ése es el problema.