UN GRAN DÚO

Existe en televisión un dúo, al que acabaré cogiéndole cariño, que me recuerda a otros muchos dúos de humor que han hecho historia en la televisión de nuestro país. ¿Quién no recuerda con nostalgia a Martes y Trece, Faemino y Cansado, el dúo Sacapuntas o Cruz y Raya? Pues ellos son lo mismo, pero en cutre. Yo soy uno de los que ha pasado grandes momentos delante de la televisión con los artistas antes mencionados, hasta que desgraciadamente llegó un momento en el que parecía que la televisión quedaba huérfana de este tipo de humor en pareja. Pero no todo estaba perdido, porque en un lugar del Norte de Tenerife, dos amigos se decidieron a saltar a la pantalla para llenar ese hueco que todos teníamos en nuestro corazón. Ellos son, cómo no, Pepe López y Dani Montesdeoca, dos pedazos de profesionales, como la copa de un pino en lo suyo. Sé que muchos de ustedes, amigos lectores, tras esta última afirmación, se estarán preguntando que qué es lo suyo o sea que a qué se dedican exactamente Dani y Pepe. Pues no les den más vueltas. Porque su ocupación es exactamente eso: ser graciosos. No se sorprendan, no me he vuelto loco. A mí también me ocurrió que las primeras ocasiones en que los vi no entendí su humor absurdo. Era tan complicado su mensaje para mi, que en ocasiones hasta me enfadaba por sus comentarios. Pero llegó el día en que lo vi todo claro y mi concepto de ellos cambió por completo: el problema no eran ellos, el problema lo tenía yo que no entendía el humor emanado de sus preclaras mentes. Hoy en día entiendo y valoro perfectamente su labor y he acabado por comprender que todas las sociedades necesitan de la figura del bufón o payaso que, en un momento determinado, nos haga reir, haciendo de esta manera, que olvidemos nuestros problemas. Y, al menos conmigo, Dani y Pepe, Pepe y Dani (tanto monta, monta tanto), cumplen perfectamente con su cometido, porque es sentarme frente al televisor y no parar de reir. Me río hasta hartarme, río hasta que las lágrimas corren por mejillas, hasta decir basta. Por eso, y porque a mí siempre me ha gustado compartir las buenas experiencias con mis amigos, les animo a todos a que se olviden de sus prejuicios y vean los programas de estos dos grandes humoristas, para que se rían a mandíbula batiente como yo. Pero mi recomendación se debe, fundamentalmente, a que deseo que se vayan entrenando, porque, como todos saben, el que ríe el último, ríe dos veces. Y yo estoy esperando a que corten la emisión en analógico para echar la última carcajada junto a ustedes. JA.

Capítulo aparte merecen los mensajes que aparecen en el susodicho programa, porque desde hace unas semanas se dirigen a mí, muchos en tono amenazante, otros insultantes y otros difamatorios. Ninguno de ellos me preocupa, por eso del perro ladrador. Pero, entre ellos, una de las preguntas mas habituales que plantean los comunicantes anónimos es que a qué me dedico. Es tan insistente el tema que llega a ser cansino. Por eso quiero, sin que sirva de precedente, zanjar la cuestión de una vez por todas: a ver, amiguetes que envían sms a Mi Tierra TV. Sé que debe ser un verdadero sufrimiento el no conocerme. Porque, sin ir más lejos, ni yo mismo podría haber vivido sin haberme conocido previamente. Pero ha sido tras los mensajes que me he percatado de que para ustedes soy todo un misterio. No me conocen, no saben lo que hago, no saben quienes son mis amigos, no saben lo que he estudiado, pero lo más importante para ustedes es que no saben a lo que me dedico. Visto lo visto creo que les debo una explicación, y esa explicación que les debo se la voy a pagar. Aunque antes de desvelar el misterio y saciar su curiosidad, quisiera dejar hecha una reflexión: sus vidas deben ser de lo más aburridas cuando se tienen que ocupar de la mía que, por otra parte, es de lo más normalita. Para que se queden tranquilos y no me envidien, quisiera demostrarles que mi vida no es nada del otro mundo y por ello les relataré un día en mi normal y anodina existencia: me levanto temprano, me lavo los dientes, me ducho, me peino, me visto y me desayuno (se habrán percatado de que no me afeito porque casi siempre llevo barba, es una manía que tengo). Después voy a ocuparme de mis obligaciones diarias y/o los recados que tenga que hacerle a mi abuela y vuelvo a casa. Me pongo dos o tres horas a escribir hasta la hora de comer. Después de comer, preparo todo lo necesario y salgo hacia la sede del partido que abro, habitualmente, a las cuatro de la tarde. Allí estoy hasta las once o doce (según el trabajo que haya), y después vuelvo a Santa Cruz a quedarme, de nuevo, en casa de mi abuela (por si les interesa, me quedo en casa de mi abuela, aunque yo tengo mi propia casa, porque ha estado enferma y necesita de alguien que la atienda y la acompañe por las noches). Pues como verán la mía es una vida muy normal y no hago nada extraordinario, o sea que a esto es a lo que me dedico día a día. Ya sé que no es exactamente eso lo que ustedes preguntaban (CURIOSONEEEES), y me imagino que lo que realmente querían saber es de dónde me vienen los ingresos, vamos que de qué vivo y no a qué me dedico. Pero eso desgraciadamente no se lo voy a poder responder por cuatro razones:

Uno: Porque hay que aprender a preguntar y las cosas se piden por favor.

Dos: Porque es de mala educación hablar de perras en público.

Tres: Porque a ustedes no les interesa y a mí no me da la gana.

Cuatro: El robocop

O sea que deberán seguir investigando, pero eso es algo que no les costará mucho esfuerzo ahora que, por lo que se ve, tienen mucho tiempo libre y que tampoco es que tengan mucho trabajo en el Ayuntamiento ¿o si?

PD: En uno de los mensajes me llamaban acosador de procesiones ¿alguien me puede explicar que es eso? espero que no sea literal, porque no hay persona humana (ni inhumana) capaz de acosar a las más de cien personas que había en la procesión de La Vera. Es todo muy extraño.

Pedro Delgado Velázquez

Secretario general del PSOE de San Juan de la Rambla

(Aún no me he ganado la lotería. Dani y Pepe hay que hacer más fuerza)