lunes, 18 de febrero de 2008

PROVOCADORES Y BERGANTES

La Consejera de Educación nos provoca. Primero pacta con una parte de nuestros sindicatos, algunos de ellos sin representación en el ámbito de la docencia, un acuerdo impresentable. Luego nos pide que nos pronunciemos sobre el mismo, y se compromete a acatar nuestra decisión (al igual que los sindicatos firmantes del preacuerdo). Y ahora, ni la una ni los otros aceptan la abrumadora decisión. El día de la consulta, cualquier persona o grupo sindical, con un mínimo de vergüenza y dignidad, hubiese dimitido. O, al menos, hubiese presentado sus disculpas, hecho propósito de enmienda y se hubiera puesto al servicio de los docentes para atender y negociar sus justas reivindicaciones. Pero esta consejera no. Ni la consejera ni el Presidente del Gobierno, el maestro de El Sauzal. Bueno, maestro no, maestro renegado, puesto que sus biógrafos le ponen (por supuesto, con su consentimiento), que es licenciado en Magisterio. ¡Habráse visto mayor cretinada!. El Licenciado en Magisterio de El Sauzal ("El mago del Sauzal tumbó al licenciado de Oxford",Wladimiro dixit), dice que los maestros somos los mejor pagados del país. Yo le sugiero al presidente (y también a la consejera) que si tan bien pagados estamos, que renuncien a sus emolumentos respectivos y se asignen salarios de docentes. Eso estaría muy bien: hablar canario y predicar con el ejemplo. Y que, por favor, sean coherentes: el informe Pisa no nos servía a los canarios porque no recogía la idiosincracia y peculiaridades canarias, y por eso no participamos ¿recuerdan?. Y ahora Pisa es el referente de las contrapartidas de "calidad" que se exige a los docentes. ¡Tremenda caradura y desvergüenza!. Cada cual tiene lo que se merece, pero si los docentes alguna vez cometimos algún pecado, lo hemos pagado con creces.... Recuperando la frase de Wladimiro, me dirijo a los 26000 docentes, familiares, amigos, gente de buen vivir... tumbemos a estos bergantes el 9 de marzo.... Ya está bien de caraduras, desvergonzados, provocadores y bergantes.

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