Ayer asistí a un precioso acto. Un acto de valor, en el doble sentido de la palabra valor: acto de valentía, porque es de valientes continuar el camino cuando parece que la senda se ha perdido, y acto de valor inconmensurable, porque el acto más valioso que existe es que alguien entregue todo lo que tiene a los demás. Y Salvador y Aurora han hecho eso con sus vidas: las han entregado a honrar la memoria de sus hijos Carlos Salvador y Beatriz creando una fundación, cuya presentación se hizo ayer. Me gustaría que, dentro de un tiempo, haber asistido al acto de ayer, de constitución de la fundación Carlos Salvador y Beatriz, fuera las señas de identidad de todas las personas que allí nos dimos cita, contagiándonos Salvador y Aurora su aura y transformándonos a todos en personas de valor, valerosas y valiosas, por la entrega al proyecto y por los frutos que el mismo vaya dando. Animo a todos los lectores de este Blog a contactar con la recién creada fundación, y contribuir a la misma, que lleva, no sólo los auspicios de los propios Salvador y Aurora, sino que cuenta entre sus miembros con personas del prestigio de Luis Balbuena Castellano, que es el vicepresidente. Sobran palabras para destacar la belleza y la calidad del acto de anoche, pero sobre todo, recordar que el mismo fue posible por la colaboración de muchas personas de distintos ámbitos del saber y de la cultura y del apoyo de una institución como CajaCanarias, que con su Director General a la cabeza, D. Álvaro Arvelo, ha dado muestras de nuevo de su sensibilidad por todo lo nuestro y de nuesta gente. Una feliz singladura a la Fundación y que sus objetivos (ayuda a países sudamericanos en los ámbitos de la formación y de la escolaridad) se vean ampliamente cumplidos.
Para más información:
info@carlossalvadorybeatrizfundacion.com
sábado, 26 de enero de 2008
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