LA PASION

Hoy, Viernes Santo, mi pueblo se prepara para conmemorar la Pasión de Cristo. Eminentemente respetuosa, la gente de San Juan de la Rambla, tradicionalmente, se reúne para recordar un episodio que marca los calendarios católicos. Pero la Hermandad del Cristo de Dolores ha conseguido aunar la tradición con la innovación y la muestra de religiosidad participativa, reuniendo, desde hace cuatro años, a un centenar de vecinos y vecinas que reviven la Pasión en las calles antiguas del casco antiguo de San Juan de la Rambla, Tanto como por la religiosidad y el respeto a la tradición que el acto conlleva, las personas que participan en la Pasión viviente se destacan por el esfuerzo de días y días de ensayo colectivo, y por el amor a su pueblo y a la tradición. ¿Qué seríamos nosotros sin raíces? ¿Qué árbol sobrevive, y da flores y frutos sin raíces?. Gracias, queridos convecinos y queridas convecinas, por ofrecernos hoy el fruto esforzado del trabajo común, que nos hace creer que cualquier esfuerzo colectivo es posible y da resultados. Gracias a la cofradía del Cristo de Dolores, y a Cayetano, querido compañero y amigo, cuya iniciativa lleva a buen puerto este difícil barco, por la bisoñez de los participantes y por el magnífico resultado que, año tras año, tenemos la suerte de presenciar.
Capítulo aparte merece la actitud del grupo de gobierno del Ayuntamiento. En años anteriores, los medios de comunicación, interesados en el evento, se han dirigido al Ayuntamiento (¿dónde si no?) a intererse por el mismo, con el fin de resaltarlo en los medios de comunicación. En años anteriores el Ayuntamiento dirigía a los interesados a contactar con Cayetano, ofreciéndoles incluso su teléfono. Este año no. Este año, en que Cayetano es un hombre de la casa, concejal, y por lo tanto, más cercano, el grupo de gobierno desconoce el evento y no sabe/no conoce a quien podría dar información. ¡Habráse visto mayor desfachatez y desvergüenza!. (No digo más, porque estamos en Viernes Santo, y yo también respeto la tradición, ya que ayer fue Jueves Santo, el Día del Amor Fraterno). Más bien dan ganas de decir, parafraseando a Jesús: "Perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen".