LOS ANGELES DE LAS PORTELAS

Son Gregorio y Fernanda. Son dos héroes anónimos. Alli están cuando tienen que estar, como siempre han estado nuestros hombres y mujeres en los momentos más duros. Sin protagonismos, pero socorriendo al que lo necesita. Viven "al canto arriba" de Las Portelas, y su casa se abre cada vez que la isla pasa, en esos montes, por momentos de apuro que nos sobrecogen. Agua y líquido en abundancia, comida, herramientas y utensilios... en el último incendio en que el alcalde de Buenavista, Aurelio, temiendo por el barrio, se dispuso, con un grupo de vecinos, a tronchar todo aquel matorral seco que rodeaba las casas y a retirarlo preventivamente. Un alcalde codo a codo combatiendo el fuego, y en la intendencia, Gragorio y Fernanda. Los dos ángeles de Las Portelas.
Allí estuvieron ambos, con la casa abierta, en la larga madrugada del intento de rescate de las víctimas de la galería de Piedra de Cochinos. Café y chocolate, mantas para los rescatados y para los que esperaban, consuelo y amor, ese es el legado que nos dieron aquella larga madrugada.
A veces, cuando deseperemos, y pensemos que todo está perdido, tenemos que recordar a nuestros héroes anónimos, a los vecinos que se ofrecen incondicional y desinteresadamente, a todos nuestros Gregorios y Fernandas, a nuestros ángeles de Las Portelas, de Los Silos, de nuestra isla toda... Y que a los políticos no se nos olvide nunca ¡nunca! que estamos a su servicio.